Cerro Colorado, en Pisco, Ocucaje, Ica. Noviembre del 2008. Detrás de esa colina esperaba el hallazgo. Foto: Rodolfo Salas
Primeras aproximaciones al hallazgo. Foto: Rodolfo Salas
Una tarde en Ocucaje, donde encontrar montículos con restos de mamíferos marinos de otra era ya no es gran novedad para los paleontólogos -el desierto está llena de ellos- aburrido por la falta de hallazgos importantes, Klass Post se acercó a una ruma que parecía no prometer sorpresas. Foto: Rodolfo Salas
Klaas Post, Investigador del Museo de Historia Natural de Rotterdam, Holanda. Foto: Rodolfo Salas
En el 2008 fue descubierto por Klaas Post accidentalmente. En el 2009 se hizo la investigación. En el 2010 el hallazgo se publicó en la prestigiosa revista Nature, en un artpiculo del equipo liderado por el Dr. Olivier Lambert, del Museo de Historia Natural de Paris, otro de lso museos que aportó en la recuperación de nuestro fósil. Foto: Rodolfo Salas
A Post le pareció que los dientes de este animal no eran del tamaño regular. Agachó la cabeza, acercó la mano y comprobó que cada uno era del tamaño de una de sus manos,
En el 2011 se montó toda la exposición y se inauguró la muestra. En el 2012, una réplica será expuesta en el Museo de Rotterdam. Foto: Rodolfo Salas
Una vez en Lima, comenzó el arduo y delicado trabajo de hacer un modelo que refleje la magnitud del hallazgo. Las primeras aproximaciones se hacen con tecnopor y otros materiales livianos y a la vez económicos. En un país que no dedica recursos a la investigación, los científicos se las tienen que ingeniar doblemente. En el caso de Rodolfo Salas, sus estudios de arquitectura le han facilitado los diseños estructurales de las reproducciones a tamaño natural. Foto: MHN
Poco a poco, la base de tecnopor va adquiriendo forma, siempre en correspondencia con las características del hallazgo original. Foto: Rodolfo Salas
Decidieron montar le cráneo sobre fibra de vidrio para la exposicion, para que pudiera verse en todas las direcciones y en 360 grados. Junto al técnico Alfredo Martínez, Salas ideó la base con ruedas para poder transportar luego el tremendo fosil a su lugar de exposición y última morada, y lugar en el que a mejor recaudo no podría estar. Foto: Rodolfo Salas
Paralelamente se preparó una réplica del cráneo como debe haber lucido cuando el gran monstruo marino vivió hace 11 millones de años. Esta réplica se hizo teniendo física y presencialmente la referencia del cráneo fósil. Foto: Rodolfo Salas
La mandíbula inferior fue trabajada aparte, teniendo en cuenta la forma y tamaño de los dientes descubiertos. Foto: Rodolfo Salas
Técnicas de escultura artística se combinan con el rigor científico para
Cuando estuvo terminada la estructura, hubo que sacarla del museo desmontando ventanales para llevarla a un espacio abierto y poder darle los acabados de color y demás. Foto: Rodolfo Salas
El modelo resultó tan grande que fue necesario inventar formas
Una vez juntos, los dos maxilares completan el cráneo del que alguna vez fue uno de los más temidos habitantes de los mares del sur. Foto: Rodolfo Salas
Finalmente, de vuelta al lado de su modelo, donde quedará por siempre inmortalizada: la ballena asesina de Ocucaje. Un fósil único en el mundo y está en la Av. Arenales 1256. Y de paso entretenerse una tarde con la cantidad de fósiles y maquetas de otras bestias prehistóricas que irónicamente, le han dado vida a ese Museo. Foto: Rodolfo Salas
Desde el 4 de noviembre del 2011, el Museo de Historia Natural exhibe de forma permanente a la Livyatan melvillei, la ballena de 11 millones de años y 16 metros de largo, con los dientes más grandes y poderosos que ha tenido una ballena jamás. Afiche: Museo de Historia Natural
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